As we celebrate the Solemnity of the Holy Trinity, Cardinal Tobin and the other bishops of New Jersey are inviting their people to return to the obligation of Sunday Mass, if their physical, mental and emotional health allows for it. At the same time, the Archdiocese has issued new Pandemic directives that permit us to be closer together in the Church and even without masks if we have been fully vaccinated. One could state that we are beginning to move toward a “new normal.” How can we best get there in the weeks and months ahead as individuals and as a Parish family?
I believe that an important element for our journey to a “new normal” is the virtue of patience. So being patient with ourselves, our families and neighbors, the people at work and our leaders can be helpful. Patience might also mean making realistic plans as we ease into a “new normal.” If we don’t expect things to change quickly, we won’t be so frustrated when they don’t.
Mindfulness is another helpful practice. We can learn to be more attentive and grateful for things we may take for granted. Can you slow down and taste your food? Or have a conversation with a friend you haven’t talked to in a while?
We can also choose to do some special things and create good memories. Can you go outside and enjoy the senses that come alive with the warmth of these summer months?
We can be proactive, starting to make some plans. Having some plans, even if they need to be tweaked later, can also help decrease our anxiety.
We can also be creative. We can think outside of the box; we can allow ourselves to imagine new possibilities and not just fall back to the old way of doing things. Instead of landing on the first idea, make a list of two or five or ten; even making the list is an exercise of creativity. Invite the others you live with to join in. Consider what you have learned in these many months of the Pandemic. What do you want to keep and what do you want to be different as you move forward?
God the Father, God the Son and God the Holy Spirit call us into their great unity and their three in one purpose to heal that which has divided or alienated or hurt us during the Pandemic. The Trinity of Father, Son and Holy Spirit most desire for us a “new hope” as the quintessential part of our ‘new normal.” Let us be most open to that and to God’s lavish love for us in the weeks and months ahead.
“Most Holy Trinity, I love you and want to share in your life both now and forever!”
Al celebrar la gran Fiesta de la Santísima Trinidad, el Cardenal José Tobin y los otros obispos de Nueva Jersey nos dicen que ha llegado el momento de regresar a la Misa dominical por precepto — siempre que la salud física, mental y emocional nos lo permite. A la vez, las nuevas pautas del Cardenal en tiempo de pandemia nos permiten a reducir el distanciamiento social --- e incluso no llevar máscaras si hemos sido completamente vacunados. Así reconocemos que comenzamos una "nueva normalidad".
¿Cuál es la mejor manera de llegar --- como individuos y como familia parroquial --- a una “nueva normal” en las próximas semanas y meses? Creo que un elemento importante es la virtud de la PACIENCIA. Entonces, sacaremos gran provecho si somos pacientes, unos con otros, con nuestras familias y vecinos, con los compañeros del trabajo y con los dirigentes. Además la paciencia puede animarnos a hacer planes realistas, a medida que nos adentramos en una "nueva normal". Si tenemos paciencia, y no exigimos que las cosas cambien rápidamente, no tendremos tanta rabia cuando el futuro demora.
La ATENCIÓN PLENA es otra práctica útil, que nos lleva a estar más atentos y agradecidos por las cosas que damos por sentado. Por ejemplo, ¿puedes bajar la velocidad y dar un momento para probar la comida? ¿O puedes pasar un rato con un amigo que no has visto por mucho tiempo?
También podemos dedicarnos a la CREATIVIDAD y así crear nuevos y buenos recuerdos. Por ejemplo, ¿puedes salir a la calle y disfrutar de los sentidos que se habían dormidos durante el largo invierno?
Podemos ser proactivos, comenzando a HACER PLANES, aunque sea necesario modificarlos más adelante. Los planes pueden ayudar a disminuir nuestra ansiedad. La CREATIVIDAD nos invita a pensar “fuera de la caja” ; nos invita a imaginar nuevas posibilidades sin volver a la vieja forma de hacer las cosas. En lugar de aterrizar en la primera idea, hágate una lista de dos, cinco o diez posibilidades. Sencillamente el acto de hacer la lista es un ejercicio de creatividad. Por ejemplo, invita a los habitantes de la casa a reunirse. Deja que todos participen, y considera lo que cada uno aprendió durante la larga pandemia. ¿Qué parte de tu experiencia quieres guardar y recordar? --- ¿que parte quieres eliminar o cambiar y ¿qué parte quieres que sea diferente para que tengas un futuro diferente?
El Dios trino y supremo --- Padre, Hijo y Espíritu Santo --- nos llama a su gran unidad con el propósito de sanar lo que resultó dividido, alienado o lastimado durante la Pandemia. La Trinidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo quiere que gocemos de una "nueva esperanza", una parte esencial de la "nueva normal". Estemos más abiertos a las posibilidades que Dios nos brinde, y al generoso amor que Dios tiene guardado por nosotros en las próximas semanas y meses.
“SANTÍSIMA TRINIDAD, TE AMO Y QUIERO COMPARTIR TU VIDA AHORA Y PARA SIEMPRE”.
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